En la noche de todos los santos me he despertado al doblar de las campanas; su tañido monótono y eterno sonido me trajo a la mente esa tradición, la cual con el pasar de las generaciones hemos perdido.
Los servidores acaban de levantar los manteles: la alta chimenea gótica del palacio despedía un vivo resplandor iluminando, algunos grupos de damas y caballeros que alrededor la lumbre conversaban familiarmente y el viento azotaba los emplomados vidrios de las ojivas del salón.
Murmullos en el salón excepto nuestras voces parecían ajenas a la conversación, todos murmuran historias sobre cuentos tenebrosos en que los espectros y las apariciones representaban el principal papel.; Mientras las campanas de la iglesia doblaban a lo lejos con un triste y monótono sonido, en el que el paisaje no es mas que el cielo oscuro donde la luna y las estrellas son testigos testigos.
Luego de haber apagado la lámpara y cruzado las cortinas de seda, caí en un sueño inquieto, ligero y nervioso.
Las doce sonaron en el reloj de la iglesia. alcance a escuchar las vibraciones de las campanas, lentas, sordas y tristísimas; intente comunicarme pero me fue imposible, fue en ese momento donde se volvió todo mas claro, nunca fui o fuimos ajenos a ninguna conversación o murmullo, nunca estuvimos presentes en ellas, fue cuando entendí que solo era una forma espiritual un... espíritu.
1 comentario:
WOW FUE ESCRITO POR TI.. ES MUY INTERESANTE BUENO ESPERO Q TE ANDES GENIAL Y SIGUE ESCRIBIENDU.u
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