domingo, 5 de junio de 2011
Mi musa triste
Vagos preludios. En la noche espléndida
su voz de perlas una fuente callada,
donde los búhos acechan, y la oscuridad envenena;
Los cisnes de marfil tienden los cuellos
en lagunas pálidas han de descansar.
Las frondas tiemblan... y todo! hasta el silencio, calla...
Es que ella pasa con su boca triste
Y el gran misterio de sus ojos de ámbar,
A través de la noche, hacia el olvido,
Como una estrella fugaz que sobre el
firmamento sabrá cruzar.
de bellos gestos y palabras raras.
Dentro de sus ojos (dos estrellas de ámbar)
Se abren cansados, húmedos y tristes
Como llagas de luz que me han de dormitar.
Es un dolor que vive y que no espera,
Es una aurora gris que se levanta
Del gran lecho de sombras de la noche,
Cansada ya, sin esplendor, sin ansias
Y sus canciones son como hadas tristes.
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