Capítulo 2
Maestra concédeme un deseo es tiempo de que me prestes atención
he sido prisionero ya hace bastantes años (No recuerdo si toda mi vida)
humilde de corazón, pero avaro por decisión.
Entregue mi avaricia y mi auto-critica las únicas cosas que de nacimiento me han pertenecido
ya que mi libertad hace ya muchas noches he perdido y aunque me ha hecho mejor y me hace ver quien soy
no eres quien para tener siempre tu atenta mirada siempre en mí.
No soy como Judas acabado y avergonzado por lo que se ha convertido
tengo miedo a la vida como cualquier niño, pero nunca miedo he tenido a ser yo mismo
Concédeme un deseo, déjame por una noche ser luz y no tener miedo a ser vigilado sino vigilar
... quizá algún día.
Te odio tanto titiritera, como puedo dormir mis noches cuando mi ser se encuentra amarrado
intente abrir mi alma como cualquier otro pero no puedo negar mi aversión hacia las cosas.
Fuiste encantada por el poder y derrotada por siglos de bendiciones, eres hermosa flor negra
y orgullosa repugnancia.
Espero tu respuesta con odio y amor por todo lo terreno...
